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Corralejo

Kilómetros de arena blanca frente a las dunas, perfectos para tomar el sol, nadar o simplemente pasear con vistas a Lanzarote.

Un paisaje único de dunas doradas junto al Atlántico, ideal para recorrer a pie, en buggy o capturar en fotos espectaculares.

A solo unos minutos en barco, esta isla virgen ofrece senderos, calas tranquilas y naturaleza en estado puro.

Entre febrero y marzo, el pueblo se llena de desfiles, disfraces y música, con un ambiente festivo para todas las edades.

En noviembre, el cielo se llena de color con cientos de cometas sobre las dunas, en uno de los eventos más icónicos de la isla.

Cada julio, Corralejo rinde homenaje a su tradición marinera con procesiones en tierra y mar, y celebraciones populares frente al puerto.

Calles peatonales con terrazas y tiendas, donde se respira el encanto local junto al mar.

Punto de partida hacia Isla de Lobos y Lanzarote, con un ambiente náutico animado y vistas al océano.

Muy cerca de Corralejo, un sendero sencillo lleva hasta su mirador natural, con vistas espectaculares a paisajes volcánicos.

Restaurantes y chiringuitos frente al mar, ideales para degustar pescado fresco y tapas canarias.

Tabernas locales con tapas y raciones, perfectas para una experiencia más auténtica.

Restaurantes con buffet y cocina internacional, prácticos para familias y quienes buscan comodidad después de un día de playa.